El queso que he utilizado es un queso blanco fresco (keso blanko) de cabra, pero también se pueden utilizar quesos curados con más sabor. Sin embargo he de decir que los quesos que gustaban a los sefardíes siempre eran quesos de cabra u oveja sin madurar, es decir fresco y muy salados.
Tiene cierta lógica que sólo se usaran quesos frescos en las komidikas, ya que los quesos se elaboraban en las casas y para evitar que se hinchasen** , se hacían el día que se iban a necesitar y se cubrían con sal gruesa. Cuando había que utilizarlos se sumergían en agua fresca para su desalado.
Variantes de la komidika, también sefardíes:
** Los gérmenes que contaminaban más frecuentemente el queso y producían hinchazón de él, eran el Streptococcus, Lactobacillus, Escherichia, Aerobacter. Y en algunas ocasiones Salmonella enteritidis. La solución para evitarlo era salarlos mucho y consumirlos el mismo día que se hacían. Las mujeres que estaban impuras (es decir con la regla), no podían tocar alimentos ninguno de la cocina, y solían decir que si hacían queso, este no cuajaba.
Preparación:
Espinacas hojas y tallos (1 kg).
Queso fresco 500 gramos.
5 dientes de ajo
2 rebanadas de pan blanco
Aceite de oliva virgen extra 100 ml
Vinagre blanco de manzana (3 cucharadas)
Sal